GLADYS DENUNCIA A CHEVRON: “AINDA HÁ CRIANÇAS QUE BRINCAM EM ÁREAS CONTAMINADAS, FAMÍLIAS QUE COMEM COMIDA CONTAMINADA”

Em Washington, os equatorianos aproveitaram o Dia da Terra (23 de abril) para denunciar a contaminação da Chevron (que comprou a Texaco) (Foto: AFP/El Telégrafo)
A voz das vítimas resulta fundamental quando se trata de globalizar a luta dos afetados pela multinacional Chevron na região da Amazônia equatoriana. É um elemento indispensável para conscientizar a sociedade.

Por Elena Martínez López, correspondente da Rádio Pública do Equador – reproduzido do sítio web do jornal equatoriano El Telégrafo, de 24/04/2015 (é a continuação da matéria postada logo abaixo, editada separadamente; o título e o destaque acima são deste blog; em espanhol, com traduções pontuais)
En este aspecto la voz de las víctimas resulta clave (A voz das vítimas resulta fundamental quando se trata de globalizar a luta dos afetados pela multinacional estadunidense Chevron na região da Amazônia equatoriana). Es un elemento “indispensable” para concienciar a la sociedad”, según Luis Nieto, portavoz del Comité de Apoyo en España a las víctimas de Chevron en la Amazonía ecuatoriana. “Prueba de ello (Prova disso) es que después de la intervención de Gladys (Huanca) y Pablo (Fajardo) en el Parlamento Europeo, Chevron emitió un comunicado afirmando que los testimonios ofrecidos buscan engañar a la ciudadanía europea. Y eso significa que ha tenido impacto”, comentó. En el documento emitido por la petrolera se argumenta la misma teoría del fraude que la empresa viene sosteniendo en los tribunales internacionales.
Sin embargo, lo cierto es que la historia de Gladys Huanca, contada a través de sus palabras y de sus ojos (e de seus olhos) y reforzada por las imágenes de las áreas contaminadas, es para muchos europeos el vivo relato del dolor de los pueblos de Lago Agrio. “Yo perdí a mi marido por el cáncer. Y a más miembros de mi familia. Al principio se me hacía muy duro contarlo y recordarlo. Pero ahí sí estoy (Mas aí sim estou) sintiendo el apoyo de la gente. En Bruselas (Bruxelas), en Francia, me daban ánimos, que siga luchando me dicen… Y eso me da fuerzas”.
Se trata de la primera vez que Gladys sale (sai) de Ecuador. Y que cuenta su historia traducida, incluso, a otros idiomas. “Las aguas de nuestros lagos están contaminadas. Ahora tomamos agua de lluvia. Pero todavía hay niños que juegan (Mas ainda há crianças que brincam) en áreas contaminadas, familias que toman la comida contaminada. Por eso tenemos que ganar esta lucha. Porque Chevron tiene que pagar por lo que nos hizo (pelo que nos fez). Y porque tenemos que limpiar la selva”.
Hasta el momento, en España, Francia, Bélgica, Alemania, y en otras partes de Europa, los comités de apoyo a las víctimas de Chevron han llevado a cabo exposiciones fotográficas, conferencias y otras actividades para denunciar la contaminación de más de 5 millones de metros cúbicos de territorio amazónico ecuatoriano, y la muerte de miles de sus habitantes como consecuencia de los vertidos. Y para ello han contado (E para isso têm contado) también con el apoyo de algunos nombres importantes dentro del mundo de la cultura. Así, el cantante (cantor) español Luis Eduardo Aute no solo se ha sumado a la campaña ‘La mano sucia de Chevron (A mão suja da Chevron)’, que cruzó el Atlántico en 2013, sino que en estos días ha compuesto una canción en defensa de la Amazonía. La canción, que se incluirá, a su vez, en el documental ‘El show tóxico de Chevron, que ha visto la luz también este mismo año, y que sirve de apoyo a los testimonios de Fajardo y Huanca en Europa.
Son los pasos más recientes de una lucha larga (duma luta longa), en la que los afectados llevan más de 21 años de proceso judicial y en la que han logrado ya importantes victorias. Por eso afirman que no le temen al tiempo y que no pararán hasta que se haga justicia, asegura Gladys: “Por nuestros nietos, porque merecen crecer en una selva limpia”.
Datos (Dados para contextualizar a notícia)

Texaco inició su actividad en Ecuador desde 1964 hasta 1992. Cuando salió (saiu) del país, al siguiente año habitantes amazónicos interpusieron una demanda a la empresa por la contaminación causada. En 2001 Chevron adquirió la empresa.
En 1998 el Gobierno ecuatoriano le firmó a Texaco un ‘acto de finiquito’ en el que reconocía que la empresa estadounidense había dejado ‘todo limpio’ y la exoneraba de cualquier responsabilidad sobre consecuencias futuras de sus desmanes petroleros (de seus desmandos na exploração de petróleo). Ese es su argumento para pedir que el Estado asuma el costo de los reclamos.
La Corte Provincial de Sucumbíos (uma das 24 províncias/estados do Equador, fica na região amazônica), en enero de 2012, condenó a Chevron a pagar una indemnización de $ 9.500 millones (9 bilhões e 500 milhões de dólares).


Tradução (parcial): Jadson Oliveira

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